Madeira ha sido premiada con esta distinción los últimos cinco años, y por la que no da una idea de las maravillas que nos podemos encontrar en este fantástico destino.

Si bien pensamos que es solo una isla, la realidad es que estamos hablando de un archipiélago compuesto por Madeira, Porto Santo y las islas Desertas y Salvagens. 

La isla

Madeira se conoce como la isla de la primavera eterna, dado a su fabuloso clima, constante durante todo el año. Es una isla llena de vegetación, donde llueve regularmente y las temperaturas nunca alcanzan los 33°C. A su vez, dentro de la isla hay varios microclimas, lo cual es llamativo en un espacio tan reducido, y la vuelve todavía más especial.

Teniendo en cuenta que es una isla que se ha formado a partir de erupciones volcánicas, no hace falta señalar que posee un terreno sumamente accidentado. Lo extraordinario en ella es que, gracias a las numerosas lluvias y al clima preponderante, ha ido desarrollándose como un verdadero huerto donde hay especies de variedad indiscriminada. Sus accidentes geográficos incluyen cuevas, elevaciones y un impresionante acantilado.

Madeira es un destino recomendable tanto para los amantes de las vacaciones en la  “playa,”, pero una playa  diferente, de piedras o de arena negra, excepto Porto Santo que tiene una playa de arena dorada con propiedades terapéuticas, como para los que saben apreciar divertidos paseos o disfrutan de los deportes acuáticos. Por otro lado, al encontrarse alejada de todo continente, es un lugar sumamente tranquilo al que parecen no haber alcanzado los vicios de las grandes ciudades.

La isla de las flores

Un destino que nos asombra por su belleza natural, producto de su origen volcánico, Madeira es considerada la isla de las flores.

Uno de los iconos de este maravilloso lugar son las flores. Poseen impresionantes jardines, donde crecen preciosas flores de múltiples variedades. Además, el Festival de las Flores de Madeira es una de las experiencias más alucinantes de la isla. Se trata de un evento que se desarrolla durante la primavera cuando las flores se abren vívidas de colores y vida. El Festival de las Flores consiste en una serie de actividades en torno a ellas. Pueden participar de esta festividad tanto turistas como residentes del lugar. Hay desfiles, carrozas cruzando las calles del centro de Funchal, y toda la isla se viste de color, con adornos florales a diestra y siniestra y un aroma a naturaleza deslumbrante.

En los últimos años a este pacífico acontecimiento se le ha agregado una nueva finalidad: construir una flor gigante que simbolice la esperanza y la lucha por un mundo mejor. Para ello los niños de todos los colegios llegan al que se conoce como “Muro de la Esperanza” llevando sus flores, para construir entre todos esa flor gigante.

Se realizan también alfombras de flores en la calle que se entregan de premio o se venden a quienes las deseen. Lo más relevante es que todas las actividades tienen a unas únicas protagonistas: las flores. Y durante esa semana podrás encontrar en Madeira especímenes de todos los tipos y colores. ¡Es realmente imperdible!

Su descubrimiento 

A comienzos del siglo XV el Infante Don Enrique reunió a sus mejores navegantes con el objetivo de conocer más a fondo la costa occidental de África. Para su sorpresa, esta expedición pondría ante sus ojos el descubrimiento de un lugar único y maravilloso: el archipiélago de Madeira.

Los descubridores fueron João Gonçalves Zarco y Tristão Vaz Teixeira en el año 1419. Mientras realizaban el citado viaje, fueron desviados de la ruta que debían seguir a causa de los fuertes vientos, y dieron con una pequeña isla a la que dieron el nombre de Porto Santo. Cuando regresaron a Portugal, el Infante les ordenó regresar y colonizar la isla.

Dos años más tarde, descubrirían la que hoy conocemos como Isla de Madeira. En 1422 el Don Enrique envió las primeras familias portuguesas para que la colonizaran, las mismas provenían de Algarve y fueron los primeros colonos de esta población insular.

En lo que respecta al turismo, los primeros visitantes de estas paradisíacas islas fueron ricos pasajeros que viajaban en cruceros transatlánticos. Fueron ellos los que marcaron el inicio de una tradición turística que se mantiene hasta el día de la fecha. Al día de hoy se la considera una de las islas más visitadas por el sector, la cual se mantiene en gran medida gracias al inmenso afluente de turistas que se acercan a ella cada año.

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