Puede ser una paradoja y de hecho lo es. La respuesta siempre es Galicia… en una tierra de preguntas. Los gallegos preguntamos mucho, constantemente, como si el mundo estuviese inacabado y nos faltase una última y precisa información para hacernos una idea de por dónde va la cosa. Es raro que un gallego responda un si con rotundidad. Preferimos un ‘no te digo que no’ ante el despiste de su interlocutor que inmediatamente interpela: ¿Pero eso qué significa? ¿Qué sí o que no? Y la respuesta, claro, será ¿Y qué quieres que signifique? En el país das néboas, de sombras entre carballeiras, de corredoiras que a veces no llevan a ningún sitio, nada es lo que parece o nada es como lo imaginamos. Pero aunque el gallego dude y sepa que verdades absolutas en la vida hay pocas, no hay uno solo que no quiera compartir quizás su única certeza: la belleza de la tierra que habita. Belleza domesticada con las mismas manos para sobrevivir o para elevar su alma al cielo en la Torre de la Berenguela de la Catedral de Santiago.
Desde este pedacito de tierra digital que es DestinoGalicia queremos sugerirte, proponerte, invitarte y susurrarte al oído para que vengas, para que te bañes al atardecer en A Lanzada, navegues la Ribeira Sacra o la sobrevueles en globo, te sientas un Robinson Crusoe en las Cíes, te lances al camino y compartas tu experiencia con 92 nacionalidades distintas, para que comas como nunca, para que bailes hasta el amanecer, para que te sientas en comunión con todos los vividores (los buenos) que en el mundo son y han sido, para que cuando te marches sepas qué es exactamente la morriña, palabra hermosa donde las haya.
ENGALICIATE.