Dijo una vez Álvaro Cunqueiro “Mondoñedo es rico en pan, en agua y en latín”. El pan es el que se cuece en los hornos de leña que hay en el barrio de los molinos en donde también se “cuecen” otras artesanías. El agua es sin duda el del río Valiñadares que pasa también por la emblemática fuente de cuatro caños de Os Pelamios. Y el latín lo podemos casi intuir en las piedras de la catedral o del Real Seminario de Santa Catalina. Se ha dicho que estos tres motivos moldeaban la obra de Álvaro Cunqueiro, pero también son los que podemos sentir en una visita a Mondoñedo. Este año se cumplen 100 años del nacimiento de escritor y no solamente la conocida como Terra de Miranda sino también el resto de Galicia se ha volcado por realizar actividades culturales que realcen el conocimiento del escritor.
A ciertas horas del día el tiempo parece pararse en Mondoñedo. Por eso es recomendable visitar la ciudad a primera hora de la mañana cuando todavía no está completamente despierta. En Mondoñedo se siente que ha sido una villa con esplendor en la que el seminario y la vida eclesiástica daban una solemnidad intelectual única en la zona. Hasta 1833 fue una de las siete provincias históricas de Galicia. Ahora tiene la sede episcopal compartida con Ferrol. Con poco más de 4000 habitantes Mondoñedo está perdiendo población al mismo tiempo que el seminario y la vida religiosa ha perdido fuerza. La rehabilitación realizada en los últimos años le ha hecho recuperar fuerza para el turismo. Es parada obligada en cualquier visita a la costa lucense.
Os proponemos una ruta que combina todos los aspectos que nos ofrece mondoñedo: El histórico- artistico, el etnográfico, el geológico, el cultural y el gastronómico.
A través de la historia
Caminar por Mondoñedo es hacerlo por calles que tienen cientos de años de historia. En 1985 todo el casco viejo ha sido declarado Conjunto histórico-artístico. Lugar también de paso de peregrinos ya que forma parte del camino norte de Santiago de Compostela. Históricamente aparece vinculada con la diócesis de britonia. El valle en el que se encuentra conserva restos arqueológicos como dólmenes y castros, como el de Zoñán y petroglifos. Esto nos muestra que ya había asentamientos desde el neolítico. Desde 1985 todo el casco viejo de la ciudad es conjunto histórico-artístico. En el paseo nos encontraremos con casas de piedra con tejados de losa que terminan en unos picos de piedra tópicos llamados “ameas” para protegerse contra el viento. Empezamos el paseo en el puente do pasatempo.
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Puente do pasatempo: Está fabricado en cachotería pizarrosa y sillería granítica en los remates. Tiene arco de medio punto y es de estilo romano. Desde el nos podemos imaginar la antigua calzada romana de la que formaba parte. Este puente evoca la memoria de Mariscal Pardo de Cela. Aquí Isabel de Castro, esposa del Mariscal, fue detenida cuando traía un indulto real para su marido que iba a ser ejecutado a pocos metros de allí. El indulto nunca llegó y por esa razón el Mariscal fue decapitado en la plaza de la catedral. De ahí viene el nombre de “ponte do pasamento”. Y recordando esta parte de la historia caminamos unos metros precisamente por el barrio de los molinos.
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Barrio de los molinos: Aquí tenemos la prueba de que un barrio obrero puede convertirse convenientemente restaurado en el punto neurálgico de visita de una ciudad o pueblo. Fue siempre el barrio obrero de Mondoñedo. Incluso en el año 1936 y posteriores se le llamó barrio rojo. Allí estuvieron siempre los sastres, fontaneros, alfares, zoqueiros, zapateros, carpinteros, fotógrafos, hornos de pan comunales y todos los oficios que nos podamos imaginar. Aprovechaban todos el rió Valiñadares que pasa en medio de todos esos molinos y casas que ahora se encuentran restauradas. A lo lado del rió es necesario visitar la Fuente de los pelamios y la escuela de los Molinos que hoy se ha convertido en museo artegeval. Los oficios siguen vivos en el barrio de los molinos. Allí podemos ver como se trabaja en un taller de alfarería, en un taller de lino o en un taller de zoquería. También hay taller de pastelería, títeres y fotografía. De aquí nos pasamos a algo más estático la catedral de Mondoñedo.
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Catedral de Mondoñedo: En el corazón de esas calles empedradas nos encontramos con la catedral de Mondoñedo construida en el siglo XIII entre los años 1230 y 1248. Conserva la puerta románica primitiva. Destaca el sotetón ojival de su frente con vidrieras barrocas. Las torres y el frontón son del siglo XVIII. Fue declarada Monumento Nacional en 1902. El papa Juan XXIII la nombró en 1959 basílica. En su interior merece una visita el museo catedralicio y diocesano “Santos San Cristóbal” fundado en 1969 que cuenta con importantes obras de arte religioso siendo uno de los más importantes de Galicia.
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El seminario: Cercano a la catedral, heredero del primer seminario de Galicia en el siglo XVI, el actual fue construido por el Obispo Losada Quiroga en el siglo XVIII en estilo neoclásico y acoge la antigua biblioteca pública con más de 20.000 volúmenes y 100 incunables. Fue utilizado primeramente como Colegio de gramática, se incorporó a la universidad de Santiago
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Estatua de Álvaro Cunqueiro: Mirando precisamente a esta catedral y a esta plaza está el escritor más conocido de esta localidad: la estatua en homenaje a Álvaro Cunqueiro. Permanece sentado mirando la plaza, seguramente como le gustaría ser recordado. Álvaro Cunqueiro fue periodista, novelista, poeta, pero también dramaturgo y gran conocedor de la gastronomía española. Su obra más conocida es “Merlin e familia” y “la cocina cristiana de Occidente”. Dedicó su vida al periodismo y también a la poesía. Recibió premios como el Nadal de narrativa o el premio nacional de la crítica. Es su tumba el mismo pidió que se escribiera en su epitafio “aquí yace alguien que con su obra hizo que Galicia durase 1000 primaveras más”. Mondoñedo fue un lugar de estudio y de gran cariz intelectual a lo largo de la historia y por eso es cuna de otros ilustres escritores como Noriega Varela, Leiras Pulpeiro, o el músico Pascual Veiga, compositor del himno de Galicia.
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Ruta del agua: Es una ruta fuera del valle al pie de la sierra del Xistral con una gran riqueza natural que parte del propio centro de Mondoñedo. En la primera parte de la ruta se puede contemplar la “fonte vella” que data del siglo XVI, para atravesar a continuación los bosques poblados de especies singulares hasta el “Muiño de Lavapés”. La senda continúa a orillas del “regato do coro” para terminar en la catarata do coro. Uno de los lugares también emblemáticos de la zona.
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Cova do rei centolo: A pocos kilómetros de Mondoñedo podremos realizar una de las más interesantes visitas espeleológicas de Galicia. La “cova do rei centolo” está situada en supena muy cerca de Mondoñedo y cuenta con más de siete kilómetros de galerías exploradas. En el interior podemos ver un fantástico paisaje de salas y galerías, e incluso, un pequeño lago y ríos subterráneos. La cueva está distribuida en tres galerías que muestras formaciones geológicas muy interesantes creadas por el agua en un enorme macizo de roca caliza. En las primeras exploraciones se encontraron varios fósiles humanos y algunos objetos, pero no hay constancia de que haya estado habitada de forma permanente durante la época prehistórica. Las visitas son siempre guiadas. Debe obtenerse entrada en la oficina de turismo de Mondoñedo.
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Teléfono: 982 507 177. Horarios de visitas: Viernes: 17.00 horas – Sábado, domingo y festivos: 12:00 – 17.00 horas. Precio: 15 euros la visita guiada (incluye el equipamiento necesario).
Álvaro Cunqueiro y la gastronomía mindoniense
La gastronomía de Mondoñedo fue ensalzada sobre todo por Álvaro Cunqueiro desde su obra “cociña galega” hasta numerosos artículos escritos a lo largo de su carrera periodística. Incluso en algunos parajes de Merlín y familia, el autor relata con gran detalle lo que comen, beben y cocinan los personajes de la novela. Algunos autores aprovecharon este tema para profundizar más en el amor a la cocina de Álvaro Cunqueiro. La editorial Galixia publica el libro “A cociña de Merlín “ de Miguel Vila en el que recrea un viaje a través de las recetas y los platos que comen los personajes de Merlin e familia. Aquí habla de recetas tan peculiares como el caldo de castañas, oreja de cerdo, los torreznos o las chanfainas y chorizos de pulmón.
Para la sobremesa está desde luego la torta de Mondoñedo. Es el producto estrella que tuvo gran fama a través del “Reí das tartas” una pastelería que ahora regenta su hija y que cuenta con franquicias por Galicia. Almendra, azúcar y cabello de ángel. Son los ingredientes básicos de esta tarta de Mondoñedo
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