Con esa frase, el gran Otero Pedrayo recogió a la perfección el pasado y el presente que define a Combarro.  Y es que en muchos puntos de Galicia pueden disfrutar de hermosos centros históricos, y en muchos otros puntos de nuestra costa pueden disfrutar de espectaculares playas, pero solo hay un lugar donde el viajero encontrará la sinergia entre centro histórico y mar… Y ese lugar es Combarro en el Concello de Poio.

Un pueblo marinero que fue construido adaptándose al modo de vida de sus habitantes: marineros y agricultores, y por el que no ha pasado el tiempo. En Combarro el visitante podrá hacer fotos imposibles pisando suelo de piedra… Con el mar a sus espaldas.

Origen

Combarro se encuentra escondido al borde de la ría de Pontevedra y ha conseguido conservar el urbanismo y el estilo arquitectónico propios de los siglos XVIII y XIX. Esta pequeña villa marinera se encuentra escondida en la ría de Pontevedra. Hay quien dice que Combarro pudo nacer como un castro costero, aunque los restos arqueológicos son escasos. Lo que si es innegable es su evolución histórica ligada desde la época medieval al Monasterio de Poio, una visita que también les recomendamos. Hay constancia por escrito de las relaciones entre los vecinos de Combarro y el Abad del Monasterio, como por ejemplo las ordenanzas que regulaban el uso de los pastos, las aguas de riego, la comercialización del vino o la explotación de los montes vecinales.

Arquitectura popular

Combarro constituye hoy en día el mejor ejemplo de arquitectura popular gallega y es considerado uno de los pueblos mejor conservados de Galicia. Diferente y singular, no encontrará el viajero nada parecido por su excepcional encanto que le ha valido a Combarro la declaración de “Conjunto de interés artístico y pintoresco” en el año 1972.

Los Hórreos

Lo que hace de los hórreos de Combarro un elemento original y único en el mundo es, por un lado, la enorme cantidad de estas construcciones que se conservan y la ubicación de 30 de ellos alineados a lo largo de la costa. Graneros de maíz que, en Combarro, debido a la convivencia histórica de la actividad agrícola y marinera, se utilizan además como secadero de boquerones, sardinas y otros pescados típicos de la Ría. De hecho, el viajero que descubre Combarro por primera vez siempre se pregunta sorprendido ¿Por qué colocar un hórreo al lado del mar?

La respuesta nos obliga a hacer un poco de historia, ya que muchos de los vecinos de Combarro poseían tierras al otro lado de la ría, por lo que decidieron que el mejor medio para transportar las cosechas sería por mar, y para ello, lo más útil era colocar los hórreos lo más cerca posible del mar para descargar directamente la mercancía de las barcas. Aunque no todo ha sido comodidad, ya que la ubicación de los hórreos a pie de mar también ocasionó problemas a los combarreses, ya que hubo incluso piratas que durante la marea alta arribaban a la costa para saquear los hórreos.

Los cruceiros

La piedra en Combarro también cobra forma de cruceiro, otro de los elementos más típicos de la arquitectura popular gallega. Si algo caracteriza a los cruceiros es su gran carga simbólica, ya que la creencia popular defiende que sirven para protegernos de la Santa Compaña en las oscuras noches gallegas. Otra versión extraída de la cultura popular nos cuenta que los cruceiros protegían los lugares en los que se ubican porque eran enclaves considerados mágicos, con una energía especial donde se reunían las meigas, por lo tanto, construir un cruceiro implicaba salvaguardar ese lugar.

Y al igual que los hórreos de Combarro tienen su peculiaridad, también los cruceiros son especiales con respecto a otros que podemos ver en Galicia, y es que la figura de la virgen está siempre dirigida hacia el mar, mientras que el Cristo mira hacia la tierra. En Combarro se distribuyen seis de estas vistosas esculturas realizadas a partir de 1727.

Las casas mariñeiras

Visitando Combarro tenemos que adentrarnos en la calle principal del conjunto histórico, que se llama “A Rúa”. En ella encontraremos las casas mariñeiras, pegadas entre si, con la planta baja dedicada a almacén de aperos de pesca y agrícolas, existiendo en la mayoría de los casos un lagar para la elaboración del vino para el consumo de la familia, una costumbre que llega hasta nuestros días. Mientras, en la planta alta se situaba la cocina al fondo y una sala o sobrado en la parte delantera. Los dormitorios eran de dimensiones mínimas, contando tan sólo con una cama y quizá un baúl. A pesar de sobrevivir al paso de los años, el turismo ha transformado en parte este tranquilo pueblo marinero, por lo que algunas de las viejas casas se han reconvertido en bares o restaurantes.

Lo que no nos podemos perder…

A Rúa Cega, la gran desconocida

Llegados al final de “A Rúa”, nos adentramos en la que es quizá la parte más desconocida del conjunto histórico-artístico de Combarro: “A Rúa Cega”. Debe su nombre al hecho de ser la única zona del viejo Combarro donde las casas no están orientadas hacia la costa, por lo tanto, son las únicas que no ven el mar. Se cree que en esta parte del pueblo los vecinos se dedicaban más a labores agrícolas, de ahí que las puertas de las casas sean mucho más amplias, para que un carro o el ganado pudiesen entrar fácilmente.

Plaza de San Roque: iglesia y solaina

Adentrándose en el Combarro antiguo, el viajero se encontrará en la plaza de San Roque donde debe contemplar la biblioteca, una de las casas más vistosas del viejo Combarro, en la que observar “la solaina”, uno de los elementos arquitectónicos más típicos de la arquitectura gallega. Se trata de un balcón de piedra que termina en escaleras, una balaustrada de inspiración barroca que sería más propia de pazos o monasterios, pero que en Combarro forma parte del edificio que alberga la biblioteca. Además, en esta zona también debemos acercarnos hasta la iglesia parroquial, que data del siglo XVIII.

Piedra, mar…. ¡Y sol!

Después de conocer el Combarro histórico y de tomar fotos “imposibles” con el mar bañando el suelo de piedra, el viajero se merece un descanso y disfrutar del sol. Sin necesidad de coger el coche también llegamos a los arenales, por ejemplo,llegamos a la playa de Padrón, y si la marea está baja, podemos cruzar la playa hasta llegar al Peirao o antiguo puerto de pescadores. Pero no es la única, además de todas las playas que el Concello de Poio tiene a lo largo de su litoral – todas ellas muy próximas –, sin salir de Combarro pueden escoger entre tres arenales:

• Playa de Chancelas: Tiene forma de media concha, de arena blanca y fina. Ubicada en un entorno semiurbano se caracteriza por los contrastes entre la fachada de costa dominada por conjuntos residenciales y la compacta zona forestal del lado izquierdo de la playa. Está resguardada de los vientos, con aguas tranquilas propicias para el baño y magníficas vistas de la Isla de Tambo.

• Playa de Chancelas Pequena: Es una playa contigua a la de Chancelas, y comparte muchas de sus características, por ejemplo, también tiene forma de media concha, está emplazada en un entorno semiurbano, y resguardada de los vientos.

• Playa da Canteira: Playa en forma rectilínea con aguas tranquilas propicias para disfrutar del baño. Está delimitada por un paseo marítimo que une la playa con el entorno urbano de Combarro.

Donde comer:

• Taberna Illa do Santo: C/ Francisco Regalado, 42 bajo. Teléfono: 986 770 073.

• Eirado das Margaridas: Camino de la Paradela, 5 (Poio). Teléfono: 986 770 480.

• Restaurante Don Pepe: La Barca, 24 (Poio). Teléfono: 986 872 017 – 986 872 260.                           www.hotel-donpepe.com

• Bodega O Bocoi: C/ Rúa do Mar, 20 (Combarro-Poio). Teléfono: 986 771 142.

• Restaurante O Peirao de Rial: Peirao da Chouza, 43. Teléfono: 986 770 732.

Donde dormir: 

• Hotel Don Pepe: La Barca, 24 (Poio). Teléfono: 986 872 017 – 986 872 260.                                        www.hotel-donpepe.com

• Hotel Xeito: Avda. da Cruz, 35. Teléfono: 986 770 039.                                                                                www.hotelxeito.com

• Hotel Stella Maris: Estrada da Toxa, 7. Teléfono: 986 770 366 – 986 770 102.                                    www.hotel-stellamaris.com

• Casa Rural A Rega: Travesía da Praia, 16. Teléfono: 986 771 242.  www.casaruralarega.com